Se trata de un encuentro con personas de diferentes lugares de procedencia, las cuales a lo largo de mi vida en el MCM han llegado a ser parte de mi familia. Es un encuentro donde compartimos las diferentes vocaciones que se encuentran entorno a nuestra vida, y de cómo Dios nos llama a ser diferentes instrumentos para el servicio a los demás.A mí personalmente me aporta fuerza y energía para seguir descubriendo día a día qué quiere Dios para mi vida y cómo puedo conseguir ser instrumento de servicio. Al descubrir las diferentes vocaciones y conocer cada una de ellas de forma cercana, desde 2007 formando parte del FVS puedo decir que cada día tengo más clara que mi vocación es ser Laico de la Consolación, y cada día conozco más cómo he de seguir ese camino que me viene marcado con este Carisma.

De este Samuel me llevo algunos testimonios que me han ayudado en mi camino personal y me sorprendieron, además de grandes momentos vividos con las personas que asistieron, siempre de alegría.

La tienda del encuentro es un lugar lleno de paz, visita obligada durante el Festival.

Una experiencia única e irrepetible ¡Cada Samuel es único! Gracias por hacerlo posible y, si Dios quiere, nos vemos el año que viene en Reus

Para mi este encuentro ha sido algo nuevo, diferente y único. Todo ocurre muy rápido, es muy eufórico. Al terminar estaba emocionada y con ganas de contarle a todos lo que había hecho. Sentí cosas diferentes y pensé un poco más allá. Es una experiencia que repetiría.

Ha sido un fin de semana en el que no he parado, y ha superado mis expectativas al máximo! Ha habido tiempo para todo, de saltar, de cantar, de disfrutar, de estar a solas con Dios, de conocer, de experimentar y de preguntar y preguntarse. Ahora tengo las pilas cargadas para comerme el mundo de nuevo!

El Festival Vocacional Samuel es algo muy importante en mi vida, se ha convertido en un encuentro fundamental cada año, donde tengo la oportunidad de disfrutar haciendo lo que me gusta compartiéndolo con gente que como yo quiere encontrarse con Dios. Es mucho más que un Festival, es Oración, música, Encuentro, bailes, compartir vida, sonrisas, emoción, es soñar... Es ser Consolación.